Quizás hayas leído consejos para concentrarte mejor en el trabajo, que no te están realmente sirviendo. Me alegra poder compartir un cambio de paradigma con respecto a la concentración y deseo que te ayude tanto, como me ayuda a mí.
Desde mi propia experiencia, voy descubriendo en la concentración un pilar básico para entender el funcionamiento de nuestra mente humana.
Libérate de ideas preconcebidas y expectativas sobre cómo desarrollar la concentración.
Nuestros esfuerzos para mejorar nuestra concentración, pueden estar impulsados por toda clase de ideas falsas e incorrectas sobre la misma. Nuestro impulso a ser productivos, junto con nuestras ideas acerca de cómo deberíamos concentrarnos pueden ser un obstáculo importante para mejorar la concentración.
Abandona la idea de cómo supuestamente tendrías que concentrarte y comienza a observar el punto en el que estás en cada momento. Aquello que observas en cada momento te servirá para crear un mapa más real, que realmente te guie.
Si quieres concentrarte mejor, necesitas relajarte mejor.
La paradoja de la concentración profunda, reside en que se trata de un resultado de la relajación profunda y no del esfuerzo.
Te propongo que dediques los dos primeros minutos antes de comenzar tu tarea laboral, a observar tu respiración sin intentar modificarla, sólo relajándote en esa observación. Llegará un momento que podrás relajarte mientras trabajas y eso mejorará tu concentración.
En lugar de exigirte resultados, indaga, observa y percibe.
Deja que la paciencia, la relajación y receptividad sean tu guía.
Encuentra tus ritmos internos para darte pausas, escuchando lo que necesitas en cada momento.
Aunque los estudios digan que necesitamos hacer pausas cada cierto tiempo, es más efectivo e interesante que puedas encontrar tus propios ritmos e indagues para saber cuándo necesitas hacer las pausas en cada circunstancia.
Planifica, prioriza tareas y ajusta tiempos.
Cualquiera sabe que planificar, priorizar tareas y ajustar los tiempos, nos va a facilitar mucho el trabajo.
¿Pero cómo hacerlo? la clave está en buscar una progresión ajustada a cada un@ de nosotr@s, que nos permita sostener el proceso y el progreso en el tiempo.
Recuerda que estos 5 consejos, sólo se acercan a empezar a describir todo un proceso continuado de autoobservación y aprendizaje.