El pánico a elevar el brazo 

Anteriormente hemos hablado del dolor en el hombro y de lo frecuente que es que en la población aparezcan síntomas al mover esta articulación, ya sea por una lesión o descompensaciones que se están produciendo cuando movemos nuestro brazo. 

No obstante, en nuestro día a día, puede que este dolor nos afecte de manera más aguda cuando realizamos una flexión de hombro, o como se conoce más comúnmente, cuando elevamos el hombro por encima de la cabeza. Este es un gesto que se puede dar mucho más de lo que pensamos: peinarnos, coger un objeto de una estantería alta, lavarnos el pelo, limpiar… 

Además, también es muy común que se dé una lesión o dolor en este movimiento en personas que practica deportes “overhead”, donde los gestos del juego necesitan una acción del brazo por encima de la cabeza: baloncesto, balonmano, waterpolo… 

Frente a estas posibles situaciones del día a día y del deporte:

¿Qué podemos hacer?

Es obvio que NO es una buena opción dejar de hacer nuestros quehaceres del día a día o dejar practicar nuestro deporte favorito por dolor. Ya hemos visto en la entrada anterior, que, inmovilizar la zona, en general NO es la opción acertada para mejorar esta problemática a lo largo el tiempo. Por lo tanto, para mejorar el dolor en la flexión de hombro y mejorar la estabilidad y funcionalidad de la articulación en este gesto, os dejamos las siguientes recomendaciones: 

1.Debemos tener conocimiento de que el dolor en muchas ocasiones no viene producido solo por el daño en el tejido o por inestabilidad y descompensaciones, si no por otros factores de calidad de vida como: el descanso, el estrés, la alimentación o la hidratación. Si estos aspectos los tenemos descontrolados, es más fácil que tengamos el hombro sensible y, durante esa época, aparezca el dolor. Aquí te digo que es muy importante trabajo de consciencia en estos aspectos, y hacer dentro de lo posible, una mejora en cada uno de estos puntos. Para establecer como nos encontramos en nivel general de salud y si algunos de estos aspectos nos están afectando, una herramienta que nos puede ser útil es el cuestionario SECOT (Sociedad Española de Cirugía ortopédica y traumatología)

CUESTIONARIO 

2. Además recordando lo que hemos dicho anteriormente, para mover la articulación del hombro también entra en juego el la escápula y la clavícula así como sus movimientos correspondientes. De hecho, siempre debe haber un ritmo de movimiento entre la escápula y el húmero, denominado ritmo escapulo-humeral. Se suele decir que el ritmo es 2 a 1, por cada 2 grados de movimiento del húmero, debemos tener un 1 grado de movilidad por parte de la escápula. Si tenemos alteraciones en dicho ritmo, podríamos estar estresando más la estructura del hombro y causar desequilibrios. 

Un ejercicio que es muy fácil de hacer en casa y que ayuda a disminuir el estrés en la articulación del hombro en el movimiento de elevación es el que os enseñamos a continuación, el wallslide: 

Cuando ya lo tengamos dominado, y sintamos bien nuestras escápulas podemos complicarlo, por ejemplo, con una goma o realizando la elevación de brazos sin la guía de la pared. 

¡Prueba este ejercicio en casa y nos cuentas! Si tienes cualquier duda puedes pedir cita con nuestros entrenadores y fisioterapeutas en nuestros centros de entrenamiento y fisioterapia en Manuel Becerra (Madrid).