¿Entrenar con escoliosis es seguro?

’Mi columna vertebral está muy curvada (con forma de «S»). Pero si mantengo mi abdomen y espalda fuertes, la escoliosis realmente no me molesta. Así que no tengo que preocuparme por eso mientras trabaje duro’.

Estas son las declaraciones que Usain Bolt hizo cuando le preguntaron por la escoliosis que sufría desde que era adolescente, la cual no le ha impedido convertirse en el hombre más rápido de la historia.

Usain Bolt no es el único, entre el 2 y el 3 % de la población mundial sufre esta condición médica en el que la columna se curva lateralmente en forma de “S” o forma de “C” y cuyo tratamiento puede (o no) incluir intervención quirúrgica o el uso de corsé para corregir la curvatura (1). Además de esto, en los últimos años, . En este blog queremos desmontar los 3 mitos más comunes sobre el ejercicio en personas con escoliosis utilizando el ejemplo de Usain Bolt y la última evidencia científica.

MITO 1: EL ENTRENAMIENTO DE FUERZA EMPEORA LA ESCOLIOSIS

Lejos de empeorar la condición, este tipo de ejercicio fortalece los músculos que estabilizan la columna, lo que mejora la postura y puede reducir la curvatura. Además, se ha observado una disminución del dolor y la rigidez asociados a la escoliosis. Con un plan de fuerza bien diseñado y supervisado, los pacientes pueden no solo gestionar mejor su escoliosis, sino también prevenir su progresión y mejorar su calidad de vida (2).

MITO 2: SOLO DEBES REALIZAR EJERCICIOS SUAVES

Las personas con escoliosis no necesariamente desarrollan una discapacidad funcional que les impida realizar ejercicio de fuerza u otros ejercicios de mayor impacto (como el atletismo, en el caso de Usain Bolt). De hecho, no existen diferencias significativas en la funcionalidad de estas personas en las actividades de la vida diaria con respecto al resto de personas con curvaturas normales (1).

MITO 3: LA ESCOLIOSIS SIEMPRE CAUSA DOLOR

Por último, la escoliosis puede provocar (o no) dolor en las personas que la sufren (se estima que entre el 27 y el 57% de los casos tienen dolor) (4). Aunque este porcentaje pueda parecer elevado, en el resto de la población, cuyas curvaturas son normales, es similar y se estima que el 80% de las personas sufrirán dolor de espalda alguna vez a lo largo de su vida (4). Por lo tanto, no podemos relacionar directamente la escoliosis con el dolor de espalda, pues en muchos casos, el origen de ese dolor es multifactorial y esta curvatura anormal podría ser únicamente uno de los factores (otros factores pueden ser el sedentarismo, descanso inadecuado o estrés) (5).

Imagen 1. Mapa de factores que pueden influir en el dolor de espalda. Fuente: Cholewicki, J., et. al. (2019).

En resumen, entrenar con escoliosis no solo es seguro, sino que puede marcar una gran diferencia en tu bienestar y calidad de vida.

¡No dejes que los mitos te limiten o impidan moverte!.

Un plan de ejercicio personalizado, adaptado a tus necesidades, puede ayudarte a gestionar los síntomas y sentirte mejor.

Si tienes dudas o no sabes por dónde empezar, desde EMOTION ubicado en Manuel Becerra (Madrid), nuestros entrenadores y fisios estarán encantados de asesorarte y diseñar un programa adecuado para ti, que te permita entrenar de manera segura y efectiva.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Sánchez, S., Gómez, J., & González, M. (2017). Análisis de la calidad de vida de los pacientes con escoliosis. Medicina de Familia SEMERGEN, 43(4), 237-243. DOI: 10.1016/j.semerg.2016.11.011
  2. Peng, Cheng PhD; Li, Daxin PhD; Guo, Tianxiao PhD; Li, Shuairan PhD; Chen, Yonghui PhD; Zhao, Li; Mi, Jing PhD. Efficacy of Different Exercises on Mild to Moderate Adolescent Idiopathic Scoliosis: A Systematic Review and Meta-analysis. American Journal of Physical Medicine & Rehabilitation 103(6):p 494-501, June 2024. | DOI: 10.1097/PHM.0000000000002389.
  3.  Laita, Luis Ceballos, Tejedor Cubillo, Cristina, Mingo Gómez, Teresa, & Jiménez del Barrio, Sandra. (2018). Efectos de las técnicas de ejercicio terapéutico correctivo en la escoliosis idiopática del adolescente: Revisión sistemática. Archivos argentinos de pediatría, 116(4), e582-e589. https://dx.doi.org/10.5546/aap.2018.e582
  4. Cholewicki, J., Breen, A., Popovich, J. M., Jr, Reeves, N. P., Sahrmann, S. A., van Dillen, L. R., Vleeming, A., & Hodges, P. W. (2019). Can Biomechanics Research Lead to More Effective Treatment of Low Back Pain? A Point-Counterpoint Debate. The Journal of orthopaedic and sports physical therapy, 49(6), 425–436. https://doi.org/10.2519/jospt.2019.8825