Hoy os presentamos una herramienta para entrenar nuestra estabilidad lumbopélvica.
En Emotion, en nuestros entrenamientos personales, utilizamos un biofeedback por presión ✅, el Stabilizer, que nos indica los cambios que se producen en dicha zona y aplicamos una progresión de ejercicios creada por Sahrmann (2006), el mostrado en el vídeo es uno de los niveles iniciales✌.
Si no disponéis de esta herramienta, lo podéis practicar utilizando vuestras manos colocándolas debajo de la zona lumbar, con vuestra espalda neutra e intentando que durante la ejecución del ejercicio no se modifique la presión que sentís sobre ellas.
¿Por qué este ejercicio?
Mediante este ejercicio estamos trabajando la habilidad de efectuar movimientos de cadera sin alterar la estabilidad de nuestra región lumbar (conservación de la espalda neutra).✅
Dicha habilidad es importante ya que un ⚠déficit de estabilidad⚠ en dicha región está asociada a diferentes problemáticas de espalda debido, principalmente, a un aumento de la compresión que soportan los discos intervertebrales de nuestro raquis por un exceso de movilidad en una zona que debería de ser estable (Cook, 2010).⛔
¿Qué importancia tiene que dicha región sea estable?‼‼
‼Mucha!! Teniendo en cuenta la teoría de “Joint by Joint” (articulación por articulación) expuesta en Cook (2010), establecemos que unas articulaciones deben de ser estables y otras necesitan ser móviles.
Hay regiones diseñadas estructuralmente para generar mayor movimiento y al contrario. Cuando una región que debe de ser móvil carece de dicha movilidad, sucede que nuestro cuerpo (un gran compensador) efectuará dicho movimiento a través de otras estructuras que deberían de ser estables, las cuales pierden por tanto su estabilidad generando diferentes mecanismos de lesión!!
Por ejemplo, si nuestra flexión de cadera es ⬇deficitaria⬇, tenderemos a compensar con una flexión de la zona lumbar (redondeando nuestra espalda)⛔, lo cual es el mecanismo de lesión predilecto de las hernias discales, lo mismo pasaría si la musculatura que se encarga de estabilizar la zona lumbar no tiene una buena tolerancia a las fuerzas que debe de soportar para que, ante esa flexión de cadera, la misma permanezca estable (musculatura paravertebral en este caso).
Lo mismo pasaría en el caso de la extensión de cadera, ante un ⬇déficit⬇ de dicha movilidad se provocará en nuestra zona lumbar una extensión (arqueamiento de la espalda) perdiendo por tanto dicha espalda neutra. Al igual que en el caso anterior, no solo será la falta de movilidad en la articulación de la cadera, sino que un déficit de fuerza en la musculatura abdominal que en este caso se encarga de estabilizar nuestra zona lumbopélvica será otro factor asociado a una posible lesión 🚫.
Por tanto… ¿qué pasa cuando corremos, andamos o practicamos cualquier modalidad de deporte o ejercicio?
Deberemos de respetar una buena función de todas las estructuras artromusculares‼ En este caso, nos centramos en la disociación de cadera siendo capaces de imprimir movimiento en la misma manteniendo una correcta estabilidad en la zona lumbopélvica. Si no somos capaces de ello en un ejercicio con menores demandas de fuerza como el mostrado en el vídeo… ¿seremos capaces de ser estables ante mayores fuerzas tales como las producidas en la carrera a pie o en cualquier modalidad de ejercicio que implique la marcha, la carrera o acciones de triple extensión como una sentadilla?
Por tanto…¡todo el mundo a practicar!
Bibliografía:
- Cook, G. (2010). Movement: Functional movement systems: Screening, assessment, corrective strategies. On Target Publications.
Sahrmann, S. (2006). Diagnóstico y tratamiento de las alteraciones de movimiento (Vol. 88). Editorial Paidotribo.