Me duele al respirar

¿Qué me pasa si me duele al respirar?

Que sintamos dolor en la zona torácica (ya sea en el pecho o en la espalda), es un síntoma frecuente que muchas veces nos alarma debido a su localización. ¿Es siempre tan grave como pensamos? En el post de hoy nos gustaría hablaros de este tipo de dolor y de cómo puede ayudar la fisioterapia en algunos casos.

En primer lugar, tenemos que asumir que este tipo de dolor puede estar provocado por causas muy diversas y, por suerte, no todas implican gravedad como solemos creer. Algunas son:

  • Por una sobrecarga muscular en los músculos de la zona (pectorales, espalda…).
  • Por una fractura/fisura de una o varias costillas.
  • Por problemas articulares en las articulaciones que unen las costillas con el esternón o con la columna vertebral.
  • Por tener un ataque de pánico o ansiedad.
  • Por problemas cardiacos, cuando se irradian hacia el brazo, cuello o espalda.
  • Por otros problemas respiratorios o gastrointestinales.

 

Para diferenciar los dolores musculares, óseos y articulares de los demás, existen unas características que nos pueden ayudar a diferenciarlos de otros:

  • Estos aumentan con una inhalación de aire profunda.
  • En ocasiones aumentan al toser o estornudar.
  • Son agudos, punzantes y palpitantes.
  • Mejoran con masajes, movilidad suave y/o analgésicos, a diferencia del cardiaco.
  • Tienen duración corta y en intervalos.

 

Por suerte, esta tipología de dolor es abordable desde la fisioterapia. Para ello usamos diversas técnicas como:

  • Movilidad pasiva, asistida y activa de diversas estructuras articulares y musculares.
  • Terapia manual para quitar tensión y dar movilidad a las estructuras afectadas.
  • Ejercicios de fuerza en la musculatura implicada.
  • Ejercicios de readaptación y educación respiratoria.

 

Nos gustaría mostraros un ejemplo de ejercicio de movilidad articular y readaptación respiratoria.

En la fase inspiratoria se sube el brazo ampliando así la movilidad de las costillas, y en la fase espiratoria, también de manera controlada, recuperamos la posición inicial. En este ejercicio es importante que el movimiento sea controlado y que no aparezca dolor superior a 4 en una escala de 0 a 10.

Es fundamental hacer una buena valoración inicial en la que interpretemos si la patología con la que acude el paciente es abordable desde la fisioterapia. Si no es así, lo que hacemos es derivarlo a un especialista para descartar otro tipo de patologías.

Si te identificas con este problema, o tienes algún otro problema o pregunta, no dudes en contactar con nuestro centro de Fisioterapia (Fisio Emotion) en la calle Don Ramón de la Cruz 113 (metro Manuel Becerra) en Madrid. Estaremos encantados de atenderte e intentar mejorar tu calidad de vida.