El hombro es una de las articulaciones más móviles de nuestro cuerpo, pero a la vez es una de las más inestables. Por ello es una de las articulaciones que más dolor y problemas causa. Se estima que dos de cada tres adultos experimentan dolor de hombro en algún momento de su vida(1).
Los movimientos del hombro están muy relacionados con la escápula, con la que forma la articulación escápulo-humeral. En particular, en el movimiento de elevación se ha podido comprobar que la relación de movimiento es 2:1, es decir, por cada 3 grados que se producen, 2 se realizan a través del hombro y 1 por acción de la escápula(2), por ello es muy común encontrar una falta de movilidad en la escápula en las personas que presentan dolor de hombro.
Clásicamente se ha considerado que el dolor únicamente estaba causado por daño en los tejidos, dirigiéndose la terapia, sobre todo, al tratamiento de los tejidos lesionados; sin embargo, actualmente se ha podido demostrar que el dolor se produce por un conjunto de factores (3) a los que debe estar encaminado el proceso de mejora. Estos factores engloban el descanso, el estrés, cambios en el estilo de vida, la alimentación, la hidratación(4)… por lo que es común que en épocas de mayor estrés o donde no descansamos bien aparezcan con más facilidad los dolores.
De esta manera cambios en el estilo de vida, como una mayor actividad física, un buen descanso o una buena alimentación pueden ser claves a la hora de mejorar el dolor.
A nivel funcional también es común encontrar diferencias en la fuerza de la musculatura de la cintura escapular en los hombros sintomáticos. Debemos saber que aspectos como una mala postura prolongada a lo largo del tiempo genera estiramiento y disminución del tono en unos músculos, lo que se traduce en pérdida de fuerza de la estructura. Además todo este conglomerado genera acortamiento y demasiado tono en la musculatura que realiza el movimiento contrario.
A través de la fisioterapia podemos conseguir equilibrar la cintura escapular mediante el aumento de la tensión en la musculatura débil y la disminución de la musculatura rígida. El ejercicio terapéutico es el gran aliado para mejorar el patrón del movimiento y posibilitando una disminución del dolor.
Uno de los ejercicios más utilizados para mejorar la función de elevar el brazo con menos estrés articular es el ejercicio que te proponemos a continuación: el wall slide.
Para realizar este ejercicio deberás tener en cuenta los siguientes puntos:
- Desliza los antebrazos sobre la pared para disminuir el peso de la extremidad superior.
- Siente como las escápulas se mueven y se deslizan al hacer el movimiento.
- Incrementa el rango de movimiento cuando seas capaz de hacer 10 repeticiones sin que te cueste más de un 6 en una escala de 0 a 10.
- Empuja progresivamente la pared con los antebrazos para aumentar las demandas de este ejercicio
- Prima siempre la fluidez y la calidad del ejercicio sobre la cantidad. 3 series de 10 repeticiones al 6 sobre 10, serán suficientes para mejorar tu movimiento de elevación del hombro.
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Bibliografía:
1. Hawk C, Minkalis AL, Khorsan R, Daniels CJ, Homack D, Gliedt JA, et al. Systematic Review of Nondrug, Nonsurgical Treatment of Shoulder Conditions. Journal of Manipulative and Physiological Therapeutics. 2017; 40 (5): 294-319.
2. Kapandji, I.A. Cuadernos de Fisiología Articular. Editorial medica Panamericana. 1982.
3. Model biopsychicalsocial in the syndromes of vertebral pain: implications for the protocolize. F. Valera Garridoa, A. Martínez Rodríguezb, F. Medina i Mirapeixc, A B. Meseguer Henarejosc, F. Millán Roblesa, J L. Campillo Pomataa
4. Yoshimoto T, Fujii T, Oka H, Kasahara S, Kawamata K, Matsudaira K. Pain Status and Its Association with Physical Activity, Psychological Stress, and Telework among Japanese Workers with Pain during the COVID-19 Pandemic. Int J Environ Res Public Health. 2021 May 24;18(11)