La valoración de la estabilidad central es una tarea compleja, es muy difícil valorar el core con un único test. Es complejo ya que la musculatura que lo integra está compuesta de distintas partes complejas que trabajan en sinergia para otorgar estabilidad al raquis (Nesser & Lee, 2009; Nesser et al., 2008).
Además de esto, tenemos que considerar que la musculatura del CORE presenta distintos componentes o propiedades específicas susceptibles de ser medidas (fuerza, resistencia muscular, potencia, capacidad propioceptiva, control motor, etc.), para lo cual hacen falta distintas técnicas o tests. No es sorprendente comprobar entonces cómo los investigadores que han estudiado la relación entre la estabilidad central y el rendimiento, o los efectos del entrenamiento de la musculatura del core sobre la supuesta mejora del rendimiento deportivo, han utilizado una gran variedad de tests para medir la estabilidad central y sus distintos componentes (Durall et al. 2009; Nesser & Lee, 2009; Nesser et al., 2008; Sato & Mokha, 2009; Scibek et al., 2001; Stanton et al., 2004; Tse et al., 2005).
La resistencia muscular es una de las cualidades de la musculatura del tronco que ha despertado mayor interés por parte de los entrenadores, preparadores físicos y terapeutas, ya que ha sido relacionada con la salud de la columna lumbar (Biering-Sorensen, 1984; Lindsay & Horton, 2006; Luoto, Heliövaara, Hurri, & Alaranta, 1995; McGill, Childs, & Liebenson, 1999).
Además, la resistencia de los músculos del tronco puede tener un papel destacado en el rendimiento de algunos deportes, ya que la fatiga de esta musculatura tiene un efecto negativo sobre la coordinación muscular, el control postural y la estabilidad del raquis (Granata & Gottipati, 2008; Mawston, McNair, & Boocock, 2007; Sparto, Parnianpour, Reinsel, & Simon, 1997; Van Dieën, 1996; Van Dieën, Luger, & Van der Eb, 2012).
Este tipo de test nos permite de forma sencilla y no requieren de costoso o de un tratamiento de datos sofisticado para valorar la resistencia de los músculos mencionados.
Sin duda, el protocolo de McGuill (2007) el test más utilizado por diversas investigaciones para medir la estabilidad central en sujetos activos y deportistas, en el componente de resistencia muscular. Este protocolo fue originalmente desarrollado para valorar la estabilidad central en pacientes con dolor lumbar (McGuill, 2007), y consiste en una batería de cuatro tests de resistencia muscular isométrica. El mismo no requiere de ningún equipamiento especial, y ha demostrado ser fiable (McGuill et al., 1999) y poseer suficiente validez para ser utilizado ampliamente por diversas investigaciones (Durall et al., 2009; Nesser & Lee, 2009; Nesser et al., 2008; Tse et al., 2005).
Cada uno de los cuatro tests es puntuado individualmente por el tiempo máximo en segundos mantenido isométricamente, pudiéndose hacer un sumatorio final total. Según McGill (2007), los flexores, extensores y músculos laterales del tronco proporcionan estabilidad espinal durante casi todos los movimientos dinámicos, y existe una necesidad obvia de equilibrar las capacidades musculares entre ellos. Por ello, con este protocolo de valoración de 4 tests podemos valorar la resistencia de la musculatura posterior, anterior y lateral de core en su función estabilizadora.
- Test modificado de Biering-Sorensen (Biering-Sorensen, 1984
- Test de puente lateral derecho e izquierdo
- Test de resistencia de flexores del tronco
Trunk Extensor Endurance Test
El test modificado de Biering-Sorensen es uno de los test de campo más utilizado para medir la resistencia de los músculos del tronco. En este caso, mide la resistencia de los principales músculos extensores del tronco, el longuísimo y el multífido.
Se trata de una prueba cronometrada que implica una contracción isométrica de la musculatura del tronco.
Es importante conocer las contraindicaciones y limitaciones que puede tener la prueba en función de las características individuales de cada sujeto que va a ser evaluado:
- Personas con déficits de fuerza que apenas pueda levantar el tronco desde la posición de flexión hacia delante.
- Personas con un peso elevado.
- Personas que han tiene dolor en la zona baja de la espalda, que se han sometido a una cirugía reciente o se encuentran en una fase de dolor agudo en la zona lumbar.
Protocolo de pruebas y administración:
Situar a la persona tumbado hacia abajo con los tobillos sujetos por el evaluador, el tronco se mantendrá suspendido y extendido al borde de la camilla con las manos en el pecho.
Debe ponerse el cronómetro en cuanto la persona adquiera la posición.
La prueba termina cuando la persona no puede mantener la columna neutra.
Registrar los datos de la medición.
MEDIA DE TIEMPO EN HOMBRES Y MUJERES 146-189 SEG. McGill et al. (1999)
Trunk Flexor Endurance Test
Este test sirve para valorar la resistencia muscular de los músculos flexores del tronco
El sujeto se posiciona sentado con 60º de flexión del tronco respecto al suelo, las caderas y las rodillas flexionadas a 90º, y los pies fijados al suelo por correas o por el propio evaluador. Para la determinación de la angulación de la flexión del tronco el autor utilizó una escuadra de madera de 60º que era retirada de la espalda del sujeto al comenzar el test. Los brazos deben estar cruzados por delante del pecho y en contacto con los hombros opuestos. Cualquier cambio en la angulación del tronco, las caderas o rodillas obliga a dar por finalizado el test.
Es importante conocer las contraindicaciones y limitaciones que puede tener la prueba en función de las características individuales de cada sujeto que va a ser evaluado:
Persona con un peso elevado.
Personas que tiene dolor en la zona baja de la espalda, que se han sometido a una cirugía reciente o se encuentran en una fase de dolor agudo en la zona lumbar.
Protocolo de pruebas y administración:
Poner en marcha el cronómetro al eliminar el apoyo de la espalda para iniciar la prueba.
60 grados, posición suspendida.
La prueba concluye cuando exista un cambio notable en la posición del tronco.
Observaciones:
Tenga cuidado con una desviación de la columna vertebral neutra (es decir, los hombros redondeados hacia adelante) o un aumento en el arco lumbar.
Ninguna parte de la espalda debe tocar el respaldo.
Registrar el tiempo de la persona en una hoja de control.
Trunk Lateral Endurance Test
Este test evalúa la resistencia de los músculos inclinadores o flexores laterales del tronco (principalmente cuadrado lumbar y oblicuos internos y externos).
El sujeto se coloca de cubito lateral sobre su lado dominante. El pie de la pierna del lado no dominante se colocó por delante del pie de la pierna del lado dominante, ambos en contacto y apoyado en la colchoneta, y la mano del brazo no dominante se coloca sobre el hombro del lado contrario. El participante se apoyará con el codo y el antebrazo de su mano dominante (codo en flexión de 90º y brazo perpendicular al suelo) y elevará la pelvis hasta situar el tronco alineado con las extremidades inferiores.
Es importante conocer las contraindicaciones y limitaciones que puede tener la prueba en función de las características individuales de cada sujeto que va a ser evaluado:
Personas con dolor o debilidad en el hombro
Personas que sufren dolor en la parte baja de la espalda, han tenido una cirugía reciente en la espalda y/o están en medio de un brote agudo en la parte baja de la espalda.
Protocolo de pruebas y administración:
La prueba consiste en mantener la posición referida el mayor tiempo posible.
El sujeto debe mantener la posición suspendida con cero grados de flexión de cadera (Leetun et al., 2004) y el raquis en perfecta alineación lumbo-pélvica.
El test concluye cuando el sujeto no sea capaz de mantener la postura derecha y la cadera caiga hacia el suelo o sea flexionada. McGuill et al. (1999) informaron de una media d tiempo de 94 y 97 segundos para el lado derecho e izquierdo respectivamente en hombres, mientras que para mujeres una media de 72 y 77 segundos respectivamente.